¡Hola Yalovs! Sí, ahora hablaré del racismo, éste ha sido un problema que no hemos podido desarraigar de nuestra sociedad por más que todo lo demás haya avanzado. Es curioso, la tecnología avanza, la ciencia avanza, la industrialización avanza pero el egocentrismo, el orgullo, la vanagloria del ser humano permanece, a pesar de todo lo ocurrido. Y, estimadas lectoras y estimados lectores, por más que todo avance jamás se irá la maldad de nuestro corazón. Por lo menos, no, sin la intervención de Dios en nuestras vidas.
Jesús, fue alguien que revolucionó su generación, en una sociedad donde la mujer era denigrada, los extranjeros menospreciados, enfermos aborrecidos, etc. Jesús dio lugar de importancia a la mujer, demostró que se tiene que amar al extranjero y abrazó a los enfermos. Fue Jesús mismo quién dijo: "Ama a tu prójimo como a ti mismo." No hizo diferencia entre sexo, raza, nacionalidad, color de piel, etc. Simplemente, nos dejó ese gran mandamiento. Además, Jesús murió por toda la humanidad, judíos y gentiles, blancos y negros, hombres y mujeres. No hay nada que Jesús no haya hecho por todos y cada uno de nosotros.
Sin embargo, ¿Podemos pedir esta actitud a alguien que no tiene a Jesús en su corazón? o ¿A alguien que no cree en sus mandamientos? Yo creo que no, porque jamás tendrá una motivación moral real y firme para hacerlo. Por eso, es tan necesario que las personas de nuestro al rededor conozcan a Jesús. Porque sólo a través de una transformación divina, nosotros podremos amar a las personas como Jesús las ama.
Estoy segura que a Dios le entristece todo lo que hasta el día de hoy está pasando, muertes innecesarias debido al abuso de alguien que se cree superior, muertes innecesarias por gobiernos egoístas y ansiosos de poder. El mundo, cada vez es más consiente de que vive en una burbuja de maldad pero no se da cuenta que sólo Dios la puede romper.
Y, aunque sea difícil y estemos cansados de lo mismo, oremos por la paz, y porque el Espíritu Santo de Dios transforme las vidas de las personas. Sólo Dios puede realizar un verdadero cambio.
Así querida lectora y querido lector, estoy totalmente en desacuerdo con cualquier tipo de racismo, violencia y discriminación porque sé que Dios ama a toda su creación preciada y murió por ellas y ellos, sin distinción. Sólo deseo que algún día todos podamos amarnos como Dios nos ama, sin condición.
Que cada uno de ustedes termine bien la semana. Sigamos luhando por un mundo mejor. Un fuerte abrazo.
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