top of page
Buscar
  • Foto del escritorYALOV

Eres amad@


¡Hola Yalovs! ¿Cómo ha acabado esta semana? Espero que bien (dentro de lo que cabe en los tiempos que corren). Recuerda que confinad@ o no, no estás sol@; Dios está contigo dentro y fuera de tu casa, Él está contigo todos los días hasta el fin.


Siguiendo con el tema de la identidad, hoy deseo tocar el tema del amor y la aceptación. Por ello, quiero preguntarles ¿Quién de ustedes puede decir que nunca ha buscado un sitio donde poder encajar? En mi opinión, creo que gran parte de nuestra vida buscamos sentirnos amados y aceptados en algún grupo, por nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo, etc. Así que es muy normal buscar un sentido de pertenencia, aceptación y valor.

Muchas veces, en medio de nuestra búsqueda del amor y la aceptación por parte de los demás podemos llegar a olvidarnos de nosotros mismos, nos pueden decepcionar, fallar y hacer daño. Peor aún, nosotros podemos hacer daño a las personas que nos rodean si buscamos el amor en el lugar o las personas equivocadas.

Por otro lado, en nuestra búsqueda de aceptación llegamos a pensar que somos lo que hacemos, es decir, que nuestro valor y dignidad se encuentran en los aciertos o errores que cometemos a lo largo de nuestra vida, y esto según el patrón del grupo del que buscamos aceptación y amor.


Pero, ¿Qué tal si te digo que hay alguien que te ama sin importar tu condición? ¿Qué pasa si te digo que hay alguien para el que tus errores, tus problemas y debilidades son un grano de arena, pues su amor es mucho más grande que todo lo malo que pueda haber dentro de ti? Sí querido amigo o amiga, Dios te ama y te acepta no por lo que haces, sino por quién eres en Él. Te preguntarás ¿Cómo lo sé? Pues, Él demostró su amor entregando lo más preciado que tenía, su Hijo, y lo entregó con la única y gran motivación de tener una relación íntima y directa con cada uno de nosotros.


Quizá surge otra pregunta, ¿Quién soy en Dios? Eres su tesoro, su obra maestra, la niña de sus ojos y por quién dio su vida. Murió aún siendo tú su enemig@, para que a través de Él puedas ser su amig@.

Querida amiga, querido amigo no sé lo que estés pasando ahora, pero quiero recordarte que Dios te ama y anhela una relación íntima contigo, entregó su vida por amor con la finalidad de que seas parte de su familia. No tienes que hacer nada, tampoco tienes que ganarlo porque Dios lo hizo todo por ti. Tú eres importante para Él desde el primer día, y lo seguirás siendo hasta el fin.

La última pregunta sería, ¿Aceptas el amor de Dios?



Entradas relacionadas

Ver todo
bottom of page