¡Hola Yalovs! ¿Cómo ha ido esta semana? Por aquÃ, es más o menos normal, aunque es muy fuerte ver a todos con mascarillas. Queridos amigos y queridas amigas ¿Alguna vez se han sentido solos/as a pesar de estar rodeados/as de personas? A mà sà me ha pasado, pero debemos recordar que nunca estamos solos porque Dios está con nosotros.Â
¿Es mucho decir que la mayorÃa de nosotros en algún momento nos hemos sentido solos? Quizá, pero muchas veces el no sentirnos apoyados, respaldados, comprendidos o el hecho de estar enfrascados en nuestro dolor hacen que nos sintamos solos y solas.Â
Durante un tiempo estuve sintiéndome asÃ, rodeada por mucha gente pero sola en mi interior y no habÃa nada que alguien pudiera hacer para evitarlo porque no lo sabÃan, y porque yo no me dejaba ayudar. Era un muro que nadie podÃa romper simplemente porque creÃa que eso me hacÃa más fuerte, lo que no entendÃa es que eso me mataba por dentro cada dÃa más. Desde mi perspectiva nadie me entendÃa, nadie me querÃa escuchar y a nadie le importaba lo que yo estaba pasando, mi mundo consistÃa en mi dolor y en lo que yo estaba sufriendo. Cuando ya no podÃa más, deseaba derrumbarme de la mano de alguien y decir lo que sentÃa, pero me venÃan unos pensamientos recurrentes: ¿A quién le importa lo que tú sientas? ¿A quién le va a importar el dolor absurdo de una joven que no tiene ni idea de cómo es la vida? Entonces, volvÃa a sentirme sola, tonta, que no valÃa nada y que nada de lo que me pasaba tenÃa sentido.Â
Durante ese tiempo se me olvidaron un montón de cosas, pero yo te quiero describir 4 que me costaron descubrir en esta etapa, espero te ayuden y/o puedas ayudar a alguien compartiendo lo que viene a continuación:
En primer lugar, sobre todas las cosas, Dios está siempre a nuestro lado. No hay lugar donde nos podamos esconder o escapar de Él. Si subimos a lo más alto de un monte, si nos escondemos debajo de nuestra cama o si viajamos al rincón más pequeño y profundo del planeta, Dios está. Él permanece y no hay nada que lo pueda alejar de nosotros.
En segundo lugar, Dios conoce y entiende lo que pensamos y sentimos. Quizá podamos pensar que Él está lejos y es ajeno a todo nuestro dolor pero, no hay nada más lejos de la realidad. Dios no sólo conoce y entiende nuestro dolor, nuestro llanto, nuestro quebranto o las cargas pesadas que por circunstancias de la vida nos toca cargar, sino que le importan. A Dios le importa tu dolor, le importa las lágrimas, le importa cada detalle de tu vida. SÃ, querido amigo y querida amiga, a quién más le importa tu vida es a Él. Y desea caminar contigo, de la mano, por ese desierto y demostrarte que en Él puedes encontrar el agua refrescante que necesitas.
Tercer lugar, no importa cuán oscuro veamos las cosas, cuánto creamos que hemos fallado o nos han fallado, Dios está al control de todo lo que pasa en nuestra vida. Él nos creó y creó todo lo que nos rodea, nos conoce desde antes de estar en el vientre de nuestras madres y no hay dÃa que pase que Él no haya visto antes, cada momento de nuestras vidas fue diseñado antes de que un solo dÃa pasara. Él estuvo al control, está al control y seguirá teniendo el control de nuestras vidas por siempre.
Por último, pero no menos importante, los pensamientos que Dios tiene sobre ti son preciosos e innumerables. Si quizá te sientes sólo o sola porque las personas que te rodean tienen algún pensamiento negativo sobre ti, recuerda, Dios piensa lo mejor de ti, porque sabe lo que eres, porque para Él vales muchÃsimo y porque cree en lo que puedes llegar a ser con su ayuda. Dios te ama, le importas y en ti ve cosas maravillosas.
Para mà fue esperanzador descubrir, en medio de la soledad, que habÃa alguien que estaba conmigo, que me entendÃa, le importaba y se preocupaba por cada detalle de mi vida. Y, aunque es un proceso y cada dÃa tengo que luchar con el sentimiento de soledad, aprendà a decir: ¡Chau, señora Soledad! Y espero que tú, querido amigo y querida amiga, al igual que yo, también puedas disfrutar de la mejor compañÃa siempre.