¡Hola Yalovs! Espero que durante estos días hayan estado bien. Creo que estos últimos meses están siendo duros y posiblemente no mejore dentro de un tiempo pero, no estamos solos. Nada de lo que estamos pasando está fuera del control de Dios.
Estas últimas semanas han sido especialmente duras para mí pero, ¿para quién no? Creo que muchos hemos perdido, por lo menos, a una persona debido a este virus que pulula por todo el planeta. Familiares o amigos, de pronto, se encuentran enfermos y en cuestión de días nos dejan y no pudimos despedirnos, darles el último abrazo o beso, ni decirles el último te quiero o el último te voy a extrañar. No tuvimos la oportunidad, el privilegio, de despedirnos de ellos. Pero, ¿Las despedidas son para siempre o sólo son un "hasta luego"? ¿La muerte es un interruptor de apagado para el ser humano o es el comienzo de algo nuevo?
La muerte para muchos es el fin de la vida, pero para mí es el comienzo de algo nuevo. ¿Por qué? Te explico, para mí la muerte significa un cambio, significa pasar de un lugar a otro, pero a mejor. Y te preguntarás, ¿Qué quiero decir? Pues, que la muerte, para mí, es volver con mi Creador, es estar para siempre al lado del ser que me ama como nadie, es estar junto a quien lo dio todo por mí. Y te volverás a preguntar, ¿Cómo estás tan segura de ello? Lo que me hace estar tan segura de ello es lo que Dios dice en la Biblia: “Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús” (Romanos 6:23) y también dijo Jesús: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí” (Juan 14:6). Imagino que ahora, querida amiga o querido amigo te preguntarás ¿A dónde quieres llegar? Pues, mi punto es, que aunque hagamos buenas obras y nos consideremos buenas personas jamás podremos llegar a pagar el precio de vivir a nuestra manera. Sin embargo, Dios en su infinito amor pagó el precio de nuestra maldad, entregando a Jesús, su Hijo, a padecer la humillación, los golpes, el dolor, la traición y la soledad que nosotros merecíamos padecer con el fin de restaurar nuestra relación con Él. Por esta razón, decidí dejar de vivir a mi manera y empecé a vivir a la manera que Jesús decía en la Biblia. Quizá los días siguieron siendo los mismos, seguía viendo mi herida y sintiendo el dolor, pero desde entonces todo es distinto, dejé de tener miedo, y empecé a confiar en el que se entregó hasta morir en la cruz y pagó lo que jamás, con mis actos, podré pagar. Creí en Jesús.
Ahora, quizá surge esta pregunta: ¿Qué pasa cuando crees en Jesús? Cuando crees en Jesús y te dejas transformar por Él ya no le tienes miedo a nada, porque no hay nada más grande que su amor ni nada más poderoso que te pueda separar de Él, ni siquiera la muerte. Por ello, sé que aunque me duela haber perdido familiares y no me haya despedido de ellos, aunque no les haya podido dar un último abrazo o beso les volveré a ver, volveremos a estar juntos y ya nunca más nos volveremos a separar. Pues, es Jesús quién va más allá de lo físico y temporal, Jesús va más allá de lo que podamos imaginar. Y sé que ellos creían en Él.
Quiero acabar escribiéndote a ti, mi querido lector y mi querida lectora: ¿Crees en Jesús? Si la respuesta es no, quisiera saber la razón pero, si la respuesta es sí, mi pregunta es ¿Estás trabajando para tener la certeza de volverte a encontrar, después de la muerte, con tu familia y amigos más cercanos en presencia de Dios? ¿Con cuánta frecuencia piensas en dónde pasarás y dónde pasarán los que te rodean la eternidad? Espero tus respuestas.
Comments